lunes, 20 de septiembre de 2010

Las primeras computadoras en América Latina


América Latina es una región con un alto potencial en recursos humanos y, a pesar de que los tiempos que corren no son los ideales como para intentar estar al ritmo de las grandes potencias tecnológicas, hubo etapas del siglo pasado en las que una de las principales características de nuestros países hispanoparlantes fue la innovación y la vanguardia tecnológica apoyadas en equipamiento de primer nivel mundial.

¿Se imaginan poder tener en nuestras universidades una Cray XT Jaguar para desarrollar nuestros proyectos estudiantiles? Hubo un tiempo en que esto fue posible y trajo consigo el necesario avance en la reagión como para lograr sentar las bases de un proyecto de crecimiento basado en herramientas tecnológicas.

Pero si hay algo por lo que se caracteriza el avance tecnológico es por tener una alta capacidad de superarse y mejorar las herramientas informáticas día a día. Esto ha traído como consecuencia la pérdida de registros y equipamiento pionero en la informatización en nuestra región latinoamericana, donde muchas de las primeras computadoras que llegaron a nuestros países no habían sido compradas sino alquiladas o en concepto de leasing, lo que hacía que el proveedor del equipamiento se lo llevara y reemplazara por otro más moderno.

Antecedentes

La primera computadora electrónica conocida a nivel mundial fue la ENIAC I (Electronic Numerical Integrator And Computer) presentada en sociedad en febrero de 1946 y capaz de realizar 5 mil sumas y 300 multiplicaciones por segundo con sus apenas 17.368 tubos de vacío, 7.200 diodos de cristal, 70 mil resistencias en casi 170 metros cuadrados de superficie ocupada.


Las 27 toneladas de la ENIAC eran un poco difíciles de subir a un escritorio
ENIAC fue el puntapié de una escalada en la fabricación de computadoras que agilizaban el trabajo de cálculo y la precisión que requería hasta ese entonces, de equipos de cientos de profesionales trabajando en forma coordinada.

Las pioneras en América Latina

Aún hoy se discute si la primera computadora en arribar a América Latina llegó a Venezuela, México o Argentina. Para tomar una decisión faraónica y en vistas de la falta de información de aquella época, vamos a considerar a las tres como las pioneras de la región.

En casi todos los casos, los primeros equipos en llegar fueron solicitados y utilizados por universidades estatales, las cuales contaban con poco y casi nulo apoyo del gobierno para este tipo de gestiones.

De la mano de Remington, Unisys e IBM, las tres empresas que más aportaron al crecimiento tecnológico de América Latina en la década del ‘50, llegaron las primeras Remington UNIVAC I (primera computadora comercial fabricada en el mundo) las IBM 650 y la Ferranti Mercury inglesa, luego renombrada en Argentina como Clementina.

Cronología


IBM 650 similar al instalado por IBM en Venezuela en 1957 y adquirido por la UNAM de México en 1958

Venezuela: Mientras IBM instalaba la primera computadora en aterrizar en América Latina en 1957, un país revuelto por un plesbicito que aseguraba la permanencia del dictador Marcos Pérez Jiménez generaba disturbios en universidades y un amplio rechazo popular. A pesar de esto, el IBM 650 instalado en Venezuela se convertía en un hito en el continente. Según información suministrada por Computer World, el segundo equipo fabricado por IBM en su historia y el más utilizado en el mundo (cerca de 800 equipos instalados y funcionando) significó el afianzamiento de la empresa americana en tierras caribeñas, logrando abrir sucursales en Maracaibo y Valencia. El modelo 650 constaba de tres armarios (consola, alimentación e interfaz de lectura de tarjetas perforadas) que junto con su unidad de alimentación pesaban 1.350 kilos, todo por la módica suma de 500 mil dólares. El equipo fue utilizado por IBM para tareas de contabilidad, investigación y desarrollo privados y también podía alquilarse por 3.500 dólares al mes.

México: Según el sitio de la Universidad Autónoma de México, la IBM 650 adquirida por esta universidad en 1958 e instalada en la Facultad de Ciencias, es considerada como la primera computadora de México y de América Latina. La IBM 650 fue el primer equipo fabricado a gran escala comercial. Se produjeron 2 mil unidades entre su fecha de lanzamiento en 1953 y 1962, de esta máquina que podía codificar tanto datos como direcciones de memoria en sistema decimal, guardando cada cifra en código biquinario.

Argentina: Aquí la cronología de los hechos quizás se complejiza un poco más aún, ya que hay dos antecedentes que luchan por considerarse pioneros en el arribo de computadoras al país. Esto puede tener que ver con que muchas empresas privadas adquirían productos de los cuales se desconocía su uso o arribo al país, por lo cual existirían inexactitudes en las fechas de llegada.

Por un lado se mencionan dos UNIVAC I adquiridas por la empresa Ferrocarriles del Estado Argentino en 1960 para reemplazar a máquinas tabuladoras del centro de cómputos de la actual estación Miserere del ferrocarril Sarmiento, en la Ciudad de Buenos Aires. Paralelo a esto se adquieren equipos IBM para otra empresa de transportes, de las cuales se desconoce su modelo. Según el libro “La informática en Argentina (1956-1966)” de Nicolás Babini, a pesar de no conocerse con precisión si llegaron primero las IBM o las UNIVAC, se considera a los modelos de Remington como las pioneras.

Por otra parte, la controversia se complejiza cuando llega la primera computadora de origen inglés al país, gestión realizada por el científico matemático Manuel Sadozky, considerado “el padre de la computación argentina”. La Ferranti Mercury fue comprada en 1959 (algunos mencionan 1961), arribó al país en noviembre 1960 y estuvo encendida y operativa en enero de 1961. Quizás por esta cronología es que se confunden las fechas para aclarar cuál fue la primera computadora.

Lo cierto es que la Ferranti Mercury, rebautizada como Clementina en Argentina, fue adquirida a través de una licitación pública internacional (a la cual se presentaron Ferranti, IBM, Remington y Philco) lanzada por la Universidad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, quien acondicionó un pabellón especial para albergar este equipo.

Clementina costó el equivalente a 20 millones de dólares de la actualidad y prestó servicios realizando cálculos astronómicos, modelos matemáticos de cuencas fluviales, desarrollo de CPM y cálculos estadísticos.

Su hadware consistía en 5 mil válvulas, memoria de núcleo magnético de 5k y unos 18 metros cuadrados de estructura apoyada en el suelo. Inicialmente operó con un lenguaje de nombre Autocode (utilizado por la computadora Mark I de Alick Glennie en 1952) y luego sirvió para crear el primer lenguaje de programación argentino, de nombre COMIC, diseñado por Wilfredo Durand.

Quizás el mayor éxito de Clementina pueda ser considerado el trabajo en equipo realizado en aquel entonces por los científicos y profesores universitarios, quienes además de adquirir este costoso equipamiento (financiado por el CONICET), tuvieron la previsión de comenzar a construir un año antes, un pabellón para alojar esta computadora y enviar a varios estudiantes destacados a especializarse en programación, análisis y mantenimiento de Clementina, a la Universidad de Manchester. A raíz de este exitoso comienzo, Sadozky impulsó la creación de la carrera de Computador Científico (actual Analista de Sistemas o Analista Programador) y que dió sus primeros pasos formando profesionales que asistían entareas informáticas a los investigadores tradicionales.

Gran parte de Clementina fue destruída por unidades militares golpistas durante la toma de universidades el 29 de julio de 1966, hecho histórico conocido como “La Noche de los Bastones Largos”, situación que provocó el mayor exilio de científicos y universitarios en la historia argentina.

Otros antecedentes latinoamericanos

Chile: Del otro lado de la cordillera (desde mi perspectiva claro está) la carrera computacional comenzó en1961 cuando la Aduana de Valparaíso adquiere la primera computadora digital de Chile, el IBM 1401. A pesar de esta compra, la aduana había trabajado en los años ‘50 con máquina UR de tarjetas perforadas, también propiedad de IBM, quien sugirió la actualización a las 1401 para mejorar el nivel de cálculo.

Los expertos René Cabezas y Leopoldo Valdivia fueron los encargados del mantenimiento y uso de este equipo luego de un riguroso reclutamiento realizado por IBM. La 1401 poseía 4K de memoria, una lectora y perforadora 1402 de 400 tarjetas por minuto y una impresora 1403 de 600 líneas por minuto.

Ya en 1962 cuando la Universidad de Chile decide adquirir la primera computadora que llegaría a ese país, la Standard Electric SE-Lorentz LR56 se convierte en una de las primeras máquinas de la conocida como “Segunda Generación” de computadoras comerciales.

El SE-Lorentz LR56 operaba a través de tarjetas perforadas y causó un gran revuelo en los medios de comunicación, quienes lo mencionaban como el “cerebro electrónico” adquirido por la Universidad.

Los cuatro mejores alumnos de ingeniería de 1962 fueron asignados al manejo y mantenimiento de la LR56.


Ese mismo año, la Universidad Católica adquiere una IBM 1620 y convierte a Chile en uno de los primeros países de América Latina en tener más de una computadora para estudios, algo que puede sonar hasta gracioso en estos tiempos donde hay más computadoras que pizarras en las universidades.

Durante la década del ‘60, los adelantos en la investigación de los circuitos integrados logró dar un salto de calidad y reemplazar a los gigantescos transistores a lámparas de gas por miniaturas electrónicas que se convertirían luego en la “Tercera Generación” de computadoras, época en que nace un clásico de todos los tiempos: la IBM 360 Mainframe, la cual ya operaba millones de cálculos por segundo (MIPS).

Cuba: Caso curioso el cubano, país que luego de ser liberado de las garras del dictador Fulgencio Batista, abraza el comunismo y con ello la autosuficiencia tanto social, política como económica, lo que los llevó a crear un proyecto para fabricar la primera computadora 100% cubana.

En abril de 1970 y luego de casi dos años de investigación y desarrollo, la Universidad de La Habana, por orden e iniciativa del presidente y líder cubano Fidel Castro presentó en sociedad la primera computadora diseñada en la isla, la CID-201, la cual heredaría su nombre (fiel a la costumbre soviética) como consecuencia de que el primer producto desarrollado por el Centro de Investigación Digital (CID), un reloj digital, había sido nombrado CID-101. Partiendo de una base de transistores, que luego migraría a una plataforma de circuitos integrados, extranjeros, la 201 fue una proeza a nivel diseño y vanguardia tecnológica dentro de un país donde lo que más escaseaba era la tecnología informática.

Lo valioso de la 201 podría decirse que fue el trabajo en equipo, la innovación en el diseño y el resultado final, una computadora que fue instalada para control del tráfico ferroviario, capaz de realizar 25 mil sumas por segundo, memoria para 4.096 palabras de 12 bits y con una plataforma limpia y sencilla (también de desarrollo local) que permitía diseñar también futuros lenguajes de programación.

La evolución de la CID-201 a sus versiones A,B, 300, 1408 y 1417 permitieron formar a las primeras generaciones de expertos informáticos cubanos y masificó el uso de la computadora en la isla. Incluso comenzaron a desarrollar periféricos de los cuales cerca de 4 mil displays fueron exportados a la Unión Soviética. El bloqueo comercial sufrido desde la revolución hasta el día de hoy impidió que el Centro de Investigación Digital contara con recursos y piezas para seguir creciendo por lo que para la década del ‘80 ya era un recuerdo.

No hemos encontrado mayor información sobre computadoras pioneras en otros países de América Latina pero si conoces esa información y quieres aportarla a la nota será bienvenida.

Fuente: Fayerwayer.com

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