Nueva York. Uno de los mitos más extendidos sobre los Estados Unidos es que sus ciudadanos comen mal y que tarde o temprano acaban cayendo en la obesidad.
Nueva York hace tiempo que intenta escapar de esa funesta fama y desde hace un año ha apostado fuerte por regular la comida que se llevan a la boca sus habitantes.
El valor de lo saludable
En Nueva York no sólo las escuelas han hecho un esfuerzo para acercar a los más pequeños la importancia de una dieta saludable. Desde instituciones como el Jardín Botánico del Bronx, un barrio de la ciudad con población de muchos países de Latinoamérica, se hace hincapié en el consumo de vegetales y verduras con el Edible Garden (Jardín comestible) organizado desde principios de verano hasta el otoño.
La directora de exposiciones del Jardín Botánico, Karen Daubmann, aseguró que "la ciudad está intentando que la gente reduzca la sal en sus comidas, que los restaurantes señalen las calorías en sus menús y el Jardín Botánico puede ayudar mostrando cómo cultivar vegetales y frutas frescas".
Este sabroso jardín, por más de cien hectáreas, muestra cómo cultivar verduras en casa.
Cada año 40.000 escuelas y familias participan en los programas específicamente organizados para los más pequeños en los que pueden aprender a plantar, cuidar y segar los alimentos utilizados en sus comidas favoritas.
Para los más crecidos, el Jardín botánico también ofrece la oportunidad de adentrarse en la mejor cocina con las exhibiciones que famosos chefs como la latina Daisy Martinez o Mario Batali realizan con las verduras que ellos eligen del huerto.
Leyes contra la obesidad
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha hecho de la lucha contra la obesidad y los malos hábitos alimenticios uno de sus caballos de batalla. El último aspecto de la comida estadounidense que el alcalde ha osado tocar ha sido la sal. Con su Iniciativa Nacional para la Reducción de la Sal, anunciada en enero de este año, ha puesto como meta que las grandes empresas alimenticias rebajen las cantidades de sodio en sus productos en los alimentos envasados y de los restaurantes en un 25% en cinco años, lo que podría reducir la ingesta de sal de la nación en un 20% y evitar miles de muertes prematuras.
Marcas tan icónicas como el Ketchup Heinz, con 40 años sin modificar su receta, han decidido variarla para reducir la cantidad de sal en un 15%.
Heinz es uno de los dieciséis grandes fabricantes de alimentos estadounidenses que ha suscrito la Iniciativa Nacional para la Reducción de la Sal de Bloomberg.
No sólo la sal está en el punto de mira, las calorías de los menús de las cadenas de "fast food" son escrutadas diariamente ya que por ley son obligados a especificar el aporte calórico de sus comidas.
Bebidas azucaradas
Una de las principales causas de la obesidad en Estados Unidos es el elevado consumo de refrescos y bebidas azucaradas; causantes además del aumento de la diabetes entre la población estadounidense, son compuestos en algunos casos con jarabe de maíz.
Este ingrediente, un edulcorante líquido creado a partir del maíz, es de amplio consumo en Estados Unidos donde se tiene un gran excedente de este cereal y se intenta limitar la dependencia del azúcar de caña provinente de países tropicales.
En un reciente estudio publicado por la Sociedad Americana de Nefrología se alertaba que el consumo de fructosa y en especial del jarabe de maíz era uno de los motivos del aumento de la hipertensión en los países industrializados.
El jarabe de maíz podría tener sus días contados en el estado de Nueva York. Una propuesta de la miembro de la Asamblea, Barbara Clark busca prohibir su uso en los procesos de composición de cualquier tipo de alimento y dar así un paso en la conversión de Nueva York en uno de los estados más sanos de todo Estados Unidos.
Algunos datos
En una ciudad que tiene superpoblación de hamburguesas, pollo frito y rosquillas, educar a los niños y jóvenes en una alimentación saludable es uno de los pilares para evitar futuros problemas de salud.
School Food Summer Meals distribuye saludables menús gratuitos entre jóvenes menores de 19 años como alternativa a la comida basura. El programa da a lo largo de cada día 860,000 menús.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha hecho de la lucha contra la obesidad y los malos hábitos alimenticios uno de sus caballos de batalla.
Fuente: Diario Libre
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